Santa Sofía es
una antigua basílica patriarcal ortodoxa, posteriormente convertida en mezquita y actualmente en museo, en la ciudad de Estambul, Turquía. Construida entre el 532 y el 537
por el arquitecto y físico Isidoro de Mileto y del matemático y arquitecto
Antemio de Tralles.

Famosa por su
enorme cúpula, es considerada la obra arquitectónica más destacada del arte
bizantino. Fue la catedral con mayor superficie del mundo durante casi mil
años, hasta que se completó la obra de la catedral de Sevilla en 1520. El
edificio actual fue reconstruido para ser usado como iglesia,
por orden del emperador bizantino Justiniano I.
Sus
arquitectos cubrieron el edificio, de planta casi cuadrada, con una cúpula
central sobre pechinas. Esta reposa sobre cuatro arcos, sostenidos a su vez por
cuatro pilares. Dos semicúpulas hacen de contrafuerte de la cúpula central y
los muros abiertos están asegurados por contrafuertes y arcos formeros con
grandes estribos. Dichas semicúpulas se apoyan, finalmente, en otras cúpulas de
cuarto de esfera y bóvedas de cañón. Posee además unos bellos mosaicos
bizantinos y gallones. Los muros estaban recubiertos en su gran mayoría por placas
de mármol con doble arquería sobre columnas con capiteles troncocónicos y
volutas jónicas. La cúpula central es de 40 metros de diámetro y se poya en un
tambor circular con 40 ventanas. Isidoro de Mileto y Antemio de Tralles
hicieron un diseño sin precedentes, tomando elementos conocidos, pero que se
unen en una estructura nueva, la cual ha sido motivo de discusión entre
Historiadores (algunos la consideran planta de cruz griega inscrita en un cuadrado
y otros basilical).


El interior rico contrasta con el exterior austero (realizado con ladrillo y mampostería).
La iglesia
contiene una gran colección de reliquias de santos, y contó con un iconostasio
de plata de 15 metros. Fue la sede del Patriarca de Constantinopla y el punto
focal religioso de la Iglesia ortodoxa oriental por casi mil años.
En 1453
Constantinopla fue conquistada por los turcos otomanos por lo que el templo se
convirtió en mezquita. Las campanas, el altar, el iconostasio y los vasos de
sacrificio fueron retirados, y muchos de los mosaicos fueron enlucidos. Durante
el dominio otomano se le añadieron detalles arquitectónicos islámicos, como el
mihrab, el minbar y cuatro minaretes. El edificio se mantuvo como mezquita
hasta 1931, fecha en que fue cerrado al público por el gobierno de Turquía
hasta su reapertura, ya como museo, en 1935.

-Interior de la basílica (con decoraciones islámicas bajo las pechinas).
Muy bien. (10)
ResponderEliminarArte románico - gótico: San Clemente y Santa María de Tahull.
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