JESÚS DEL GRAN PODER DE JUAN DE MESA.
La representación de Jesús del Gran Poder de Sevilla es una
escultura realizada en madera policromada de 1,81 metros de alto, obra de Juan
de Mesa fechada en el año 1620. Es titular de la Hermandad del Gran Poder de
Sevilla y uno de los cristos con mayor devoción en la ciudad. Existen otras
imágenes con la misma advocación en diferentes lugares de España y América. Claramente
influenciado por el Jesús de la Pasión de su maestro, Martínez Montañés. El
estro de Juan de Mesa se muestra en esta escultura por su tremendo dramatismo.
Es una talla realizada en madera de cedro con la peana en pino
de segura, de una medida cercana a los dos metros, distorsionada por el efecto
de su posición, la cual exalta su dinamismo y realismo. La imagen está
realizada en madera policromada, es una talla completa concebida como una
imagen para vestir, es decir para presentarse al culto cubierta con una túnica.
Por ello las partes visibles como la cabeza, la corona de espinas, las manos y
piernas a partir de las rodillas se encuentran talladas en gran detalle,
mientras que el resto del cuerpo es únicamente un boceto. Se le añade distintos
postizos (potencias de oro), túnica morada y cordón. Se trata de una figura
exenta que, según los momentos, se relaciona con un retablo de hueco abierto o
se pone delante suyo para el besamanos (colocándose a la misma altura del
espectador) o se monta en la canastilla para sus procesiones penitenciales.
Los brazos son articulados a nivel de hombros y codos, lo
que permite colocar la imagen en varias posiciones, generalmente con las manos
unidas cuando se encuentra expuesto en su basílica, o con los brazos separados
cuando está integrado en el paso y porta la cruz.
La talla está pensada para representar la escena evangélica
en la que Jesús marcha camino del Calvario portando la cruz con las 2 manos. Sin
la menor complacencia hedonista, la imagen está pensada para alcanzar la
compasión.
La
composición de la figura principal responde a una suave diagonal que arranca
desde la cintura para soportar (y potenciar) el uso de la cruz. Las piernas, un
tanto abiertas y en posición de marcha, equilibran levemente la figura que se
lanza claramente hacia delante, sobre todo desde la vista lateral en donde la
cruz crea una potente diagonal de avance dado su longitud e inclinación.
La pierna izquierda está adelantada con un paso de gran
amplitud y la rodilla flexionada. El cuerpo está inclinado hacia delante para
soportar el peso, la pierna derecha sin embargo está en posición retrasada,
quedando el talón del pie derecho ligeramente elevado en relación al suelo. La
disposición de los pies es muy destacada, pues consigue hacer ver una zancada
muy pronunciada, imposible de realizar si pensamos en el peso de la gran cruz y
el dolor que ya lleva acumulado.
El rostro tiene forma de óvalo, mostrando pómulos marcados,
con cejas gruesas, estando la izquierda atravesada por una espina de la corona.
La mirada se dirige hacia abajo y la boca se muestra a medio abrir, dejando
visibles dientes y lengua. La policromía presenta deficiencias en la
conservación de su integridad, lo que a lo largo de los años ha aumentado la
referencia a su aspecto doliente. El rostro envejecido por el gran dolor,
denota la expresión más noble con la mirada puesta directamente en los ojos de
los devotos, ofreciendo confianza y lealtad a quienes se dirigen a él.
Jesús porta la cruz de la pasión que descansa sobre su hombro
izquierdo y es sujetada con las manos con gran fuerza.
De esta manera, Juan de Mesa consigue conmocionar a los
fieles con el rostro sobrecogedor y un movimiento humilde pero con
personalidad, haciendo ver que Jesús tiene el poder de conseguirlo todo.
La
figura parte de un realismo total en manos y pies para llegar a unos grados
extremos de expresionismo en la cabeza, trabajada con total detallismo y en la
que destaca el trabajo del pelo y barba o la mirada, ya sea amenazante, ya
perdida, según desde el lugar que se contemple.
Como mencionaba anteriormente, el dinamismo y dramatismo,
siempre presentes en el Barroco, están también en esta escultura, la imagen con
más devoción cristiana en la capital de Andalucía, llegando a ser conocida en
muchas partes del mundo.
Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, es la obra cumbre
de Juan de Mesa. La finalidad de esta imagen fue la de transmitir compasión y
misericordia entre los fieles, tanto en el retablo de la Basílica del Gran
Poder como en procesión durante «la Madrugá» de la Semana Santa.
El artista cordobés marcó un antes y un después en la
Escuela Sevillana con esta talla. La obra presenta la máxima manifestación del realismo
sevillano, sentando las bases artísticas antecesoras al movimiento en este
estilo.
Durante el cortejo procesional hacia la Catedral de Sevilla,
se puede palpar en el ambiente el brío que desprende entre tanta gente, cuando
el silencio se apodera de las calles repletas de miles de personas que clavan
la mirada en su rostro.
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ResponderEliminarLa siguiente obra corresponde al arte neoclásico y Goya, pero tendrás que esperar a que lo veamos la semana que viene. La fecha límite de entrega será el lunes 20 de abril. La familia de Carlos IV de Goya.